Autor: GREGORY MAGUIRE
La secuela de Wicked, bestseller del New York Times, el éxito de ventas multimillonario y base del exitoso musical ganador del premio Tony, que pronto será una película de gran éxito protagonizada por Cynthia Erivo y Ariana Grande.
Cuando una bruja muere, no como una vieja, marchita e incapaz, sino como una mujer en la flor de la vida, en la cima de su pasión y destreza, queda demasiado sin decir. ¿Qué podría haber sucedido si Elphaba hubiera vivido? ¿Qué bien podría haber surgido de sus campañas en defensa de los animales, de su apetito por la justicia, de su talento para la magia en sí? Si cada muerte es una tragedia, la muerte de una mujer en la flor de la vida deja profundamente desconsolado al mundo entero. Gregory Maguire regresa al mundo de Wicked y a la tierra de Oz para seguir la historia de Liir, el adolescente que quedó escondido en las sombras del castillo cuando Dorothy lo hizo en La bruja. Una década después de que La bruja se desvaneciera, el joven Liir es descubierto magullado, en coma y abandonado a su suerte en un barranco. Destrozado en espíritu y en forma, es atendido por la misteriosa Vela, una niña expósito por derecho propio, hasta que las campañas fallidas de su infancia dan frutos tardíos e inesperados. Liir es solo una parte del mundo que Elphaba dejó atrás. Cuando era un niño apenas adolescente, se le pide que ayude a los necesitados de maneras en las que tal vez no esté capacitado. ¿Es el hijo de Elphaba? ¿Tiene poder propio? ¿Podrá liberar a la princesa Nastoya para que tenga una muerte digna? ¿Podrá localizar a su supuesta media hermana, Nor, a quien el mago vio por última vez encadenada bajo su protección? ¿Podrá sobrevivir en un Oz que ha mejorado poco desde la muerte de la Malvada Bruja del Oeste? ¿Podrá aprender a volar? En Son of a Witch, Gregory Maguire sugiere que la magia que encontramos en lugares distantes e improbables como Oz no es mayor que la magia inherente a cualquier vida dura vivida plenamente, sea hijo de una bruja o no.
IDIOMA ORIGINAL
The New York Times bestselling sequel to Wicked, the multimillion-copy bestseller and basis for the Tony Award–winning hit musical, soon to be a major motion picture starring Cynthia Erivo and Ariana Grande.
When a Witch dies—not as a crone, withered and incapable, but as a woman in her prime, at the height of her passion and prowess—too much is left unsaid. What might have happened had Elphaba lived? Of her campaigns in defense of the Animals, of her appetite for justice, of her talent for magic itself, what good might have come? If every death is a tragedy, the death of a woman in her prime keenly bereaves the whole world.
Gregory Maguire returns to the world of Wicked and the land of Oz to follow the story of Liir, the adolescent boy left hiding in the shadows of the castle when Dorothy did in the Witch.
A decade after the Witch has melted away, the young man Liir is discovered bruised, comatose, and left for dead in a gully. Shattered in spirit as well as in form, he is tended by the mysterious Candle, a foundling in her own right, until failed campaigns of his childhood bear late, unexpected fruit.
Liir is only one part of the world that Elphaba left behind. As a boy hardly in his teens, he is asked to help the needy in ways in which he may be unskilled. Is he Elphaba’s son? Has he power of his own? Can he liberate Princess Nastoya into a dignified death? Can he locate his supposed half-sister, Nor, last seen in shackles in the Wizard’s protection? Can he survive in an Oz little improved since the death of the Wicked Witch of the West? Can he learn to fly?
In Son of a Witch, Gregory Maguire suggests that the magic we locate in distant, improbable places like Oz is no greater than the magic inherent in any hard life lived fully, son of a witch or no.