
Autor: JOHN GRISHAM
Esperamos que nuestros jueces sean honestos y sabios. Su integridad es la base de todo el sistema judicial. Confiamos en ellos para garantizar juicios justos, para proteger los derechos de todos los litigantes, para castigar a los que hacen lo malo y para supervisar el flujo de justicia. Pero, ¿qué sucede cuando un juez incumple la ley o acepta un soborno? Lacy Stoltz es investigadora de la Junta de Conducta Judicial de Florida. Es su trabajo responder a las quejas relacionadas con la mala conducta judicial.
Después de nueve años con la Junta, ella sabe que la mayoría de los problemas son causados por la incompetencia, no por la corrupción. Pero un caso de corrupción finalmente cruza su escritorio. Un abogado previamente excluido está de vuelta en el negocio, y afirma saber de un juez de Florida que ha robado más dinero que todos los demás jueces corruptos combinados. Y no solo jueces corruptos en Florida. Todos los jueces, de todos los estados y a lo largo de la historia de los Estados Unidos. Y ahora quiere ponerle fin. Su único cliente es una persona que sabe la verdad y quiere denunciar y cobrar millones bajo la ley de Florida. Cuando se asigna el caso a Lacy, ella sospecha de inmediato que este podría ser peligroso. Peligroso es una cosa. Mortal es otra cosa.
IDIOMA ORIGINAL
We expect our judges to be honest and wise. Their integrity is the foundation of the entire judicial system. We trust them to ensure fair trials, to protect the rights of all litigants, to punish those who do wrong, and to oversee the flow of justice. But what happens when a judge breaks the law or accepts a bribe? Lacy Stoltz is an investigator for the Florida Board of Judicial Conduct. It is her job to respond to complaints related to judicial misconduct.
After nine years with the Board, she knows that most problems are caused by incompetence, not corruption. But a corruption case finally crosses her desk. A previously excluded attorney is back in business, claiming to hear from a Florida judge that he has stolen more money than all the other corrupt judges combined. And not just corrupt judges in Florida. All judges, from all states and throughout the history of the United States. And now he wants to end it. Her only client is a person who knows the truth and wants to report and collect millions under Florida law. When Lacy is assigned the case, she immediately suspects that it could be dangerous. Dangerous is one thing. Deadly is something else.